sábado, 5 de diciembre de 2015

RESCATE


 

A Camila

Pensó el Caballero, una noche tan oscura como la más oscura tinta de sus sueños: “Si pudiera devolverme y reiniciar la carrera, retrocedería hasta tus ojos de cara limpia y beso tan rojo como el labio que llevamos en el centro del corazón. Entonces no habría excusa para no decirte todo mi amor e invitarte a la Alcalá donde nací.” 

¡Cuánto anduvo para alcanzar su meta! De un continente a otro, hasta arribar a Valparanoia, donde unas casas de latón se arrastran perezosas hasta lo alto de las colinas. 

Cruzó el enorme Charco de Tintas, donde peces y estrellas de mar le confundieron con el gran octópodo y huyeron trinando sobre las olas... El resto de la historia ¿No está acaso en las Crónicas de la Princesa Celeste?
 
 

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